sábado, 22 de marzo de 2008

Velero por el Sarónico Junio 2007 (8)

Empezamos la mañana fregando en el mar y dejándoles unos platos y vasos a los peces para que pongan un chiringuito cuando nos vayamos. Como sigamos perdiendo vajilla a este ritmo, acabaremos comiendo en unos cucuruchos.

Hoy pasamos de la Argólida por el canal de Arcadia hasta Plaka para ir a Leonidio dejando a un lado una isla de los Niarchos ¿Por qué le llamarían Spetsopouta?

Después de un baño en alta mar atadas al cabo que nos arrastra cuando Patxi le da motor y de una siesta en la zodiac desplegamos por fin la Génova y navegamos un rato a vela, es mucho mas agradable navegar sin escuchar el ruido del motor. El paisaje es impresionante, el mar está en calma, se ven islas por todas partes y hasta el horizonte parece mas lejano y el mar mas azul. ! Que delicia de viaje¡
Llegamos a otra cala con agua color verde esmeralda increíble, mientras los demas nos bañamos Maite sigue con sus posturas del kamasutra con Domingo, no se sabe en que puede acabar esto.
Comemos una ensalada de patata deliciosa y rumbo Leonidio. La llegada es preciosa, está al pie de unos acantilados rojizos que caen sobre el mar y el agua es limpia y transparente; después de un paseo de 4 kilómetros llegamos al pueblo muy diferente de lo que hemos visto hasta ahora; hoy toca problema con el dedo gordo, vaya coñazo con los pies.

La tiendica donde compramos es autentica, de las de antes que tienen de todo; lo que no sabemos es desde cuando tienen allí el Martini blanco con color coñac, probablemente desde la segunda guerra mundial; aunque nos envenenemos lo acabamos comprando, la cosa estaba como para irse sin Martini.

Vamos a cenar y en el restaurante nos lanzamos todas como locas a por los enchufes, nos miran desconcertados, yo creo que pensaban que nos los íbamos a comer, pero era solo para cargar los móviles, mas vale que había enchufes para todas pues sino, podía haber habido muertos.

La cena como siempre exagerada y riquísima, cenamos todos, incluidos dos gatos famélicos que se ponen tibios con los pinchos que les prepara Taco Mari.

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