Un poco más relajadas y ya en el avión, me doy cuenta de que nos llevan a Cantabria y la verdad es que casi me da igual pues no sé si volamos por Madrid o por Barcelona. ¡Vaya comienzo de viaje!
Empezamos a meternos en harina, brindando con vino por el éxito de la operación "salida" y nos acordamos del pobre Domingo, en el culo te la … (ingo), que va en la bodega del avión con sus partes, y con todo, bien apretujado.
Decidimos que se haga una "hinchada" oficial del polizón, y nos parece bien privarle a Emi del "moméntico"! Ya que lo ha elegido tan mono y tan pelirrojico, con pelo en pecho y con cara de calderete, que sea ella quien lo estrene.
No sabemos si la monja sabe de qué hablamos, pero la azafata parece que sí; está empeñada en explicarles a todos donde están las salidas.
Atacadas de la risa llegamos a Barcelona con media hora para el siguiente embarque y parecemos unas locas a la carrera corriendo por todo el aeropuerto, y por las escaleras mecánicas.
A mí que me habían dicho que este era un viaje de relax, y hasta ahora no hemos parado de correr y de estregarnos, ni mera casi hemos podido.
A las 16:40 llegamos a Atenas.
Bajamos todas meándonos del avión y salimos de estampida buscando una señal WC., vemos una, salimos corriendo como locas y resulta que para llegar al lugar del crimen hay que coger un ascensor y aquello no se mueve ni para arriba ni para abajo; como "el asunto" no puede esperar ya mas, nos hacemos las cojas y nos metemos en unos servicios para minusválidos. Al hombre que nos pilla a la salida no le hemos convencido.
Un poco de pilates en la banda distribuidora de equipajes y a por el frappé.
Empezamos a meternos en harina, brindando con vino por el éxito de la operación "salida" y nos acordamos del pobre Domingo, en el culo te la … (ingo), que va en la bodega del avión con sus partes, y con todo, bien apretujado.
Decidimos que se haga una "hinchada" oficial del polizón, y nos parece bien privarle a Emi del "moméntico"! Ya que lo ha elegido tan mono y tan pelirrojico, con pelo en pecho y con cara de calderete, que sea ella quien lo estrene.
No sabemos si la monja sabe de qué hablamos, pero la azafata parece que sí; está empeñada en explicarles a todos donde están las salidas.
Atacadas de la risa llegamos a Barcelona con media hora para el siguiente embarque y parecemos unas locas a la carrera corriendo por todo el aeropuerto, y por las escaleras mecánicas.
A mí que me habían dicho que este era un viaje de relax, y hasta ahora no hemos parado de correr y de estregarnos, ni mera casi hemos podido.
A las 16:40 llegamos a Atenas.
Bajamos todas meándonos del avión y salimos de estampida buscando una señal WC., vemos una, salimos corriendo como locas y resulta que para llegar al lugar del crimen hay que coger un ascensor y aquello no se mueve ni para arriba ni para abajo; como "el asunto" no puede esperar ya mas, nos hacemos las cojas y nos metemos en unos servicios para minusválidos. Al hombre que nos pilla a la salida no le hemos convencido.
Un poco de pilates en la banda distribuidora de equipajes y a por el frappé.
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