Ahora mismo vuelvo de un curso de danzas, concretamente uno de danzas de la República de Macedonia, más o menos hace 9 meses que no bailo. La danza, tan importante para mi mente y mi cuerpo, en los últimos años se ha convertido en algo que no puedo hacer asiduamente, mis horarios de trabajo no me lo permiten, y en verano he ido menos a Grecia por la situación económica en la que me encuentro.
Hoy he redescubierto la necesidad de volver a volar a través de la música de Macedonia, esa danza que entra a través de mis oídos, hace que mis ser vibre profundamente... mis sentidos, emociones y cuerpo se sincronizan....y disfruto con cada momento que se presenta... Alguna persona me ha dicho que irradiaba felicidad, y es que es cierto... eso es lo que ha pasado.. todo mi ser ha ido al unisono,
Estos momentos de danza no solo es el baile aunque es una de las cosas más importantes, pero es un ambiente concreto que se genera, los profesores, los músicos, la gente que de curso en curso nos volvemos a ver, los momentos de risas, de música, de conversaciones, de conocer historia de otros países, todo ello enriquece la mente y el alma.
Esta foto es de ayer a la noche, con los músicos tocando y algunos bailando, empezando el momento de la noche sin curso ya... momento de disfrutar bailando de todo un poco. Por ello, voy a colgar un pedacito de un vídeo de un baile que se baila por todos los Balcanes en bodas, en fiestas, recuerda a la Yenca, pero con otra música esta claro...